Este palacio sirvió de residencia en la época medieval a los obispos de
Pamplona y a los monarcas de este viejo Reino. Hacia 1530, pasó
a ser habitado por los virreyes y desde 1841 por los capitanes generales.
Posteriormente alojó en sus dependencias el Gobierno Militar. El 2003 el lugar
fue rehabilitado por el arquitecto Rafael Moneo e inaugurado como
depósito documental.
El edificio de tres plantas ofrece una imagen singular en la que se integra
la vieja fachada del Palacio con elementos de nueva
construcción. Está adosado a una torre de once pisos (la mayoría bajo tierra),
destinada a depósito de documentos. De su pasado histórico conserva intacta la
sala gótica abovedada, dedicada a exposiciones de los documentos más relevantes
del Archivo, y el patio interior porticado, ahora acristalado y
con un bello parterre ajardinado en el centro.
En la planta baja de lo que fue el Palacio Real se ubica el
salón de actos, y una sala de lectura y estudio con 18 plazas. La primera planta
está ocupada por la biblioteca y los despachos técnicos; la segunda, además de
la parte alta de la biblioteca, se encuentran los talleres de restauración,
fotografía y microfilmación.
El núcleo de documentos del Archivo los constituyen aquellos
procedentes de las antiguas Cortes de Navarra y su Diputación, desde finales del
siglo XV hasta 1836. También hay secciones del Virreinato, del Clero, la
Beneficiencia, etc.
El acceso es libre y gratuito. Para la consulta de fondos documentales es
necesaria la tarjeta de investigador, expedida gratuitamente por el propio
Archivo. El horario de verano es de lunes a
viernes de 08:00 a 15:00, y el resto del año de 09:00 a 18:00. El
Archivo se encuentra a escasos metros de la Casa
Consistorial. Redactado por: Rafael
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