Juan Moreno
abstracción y color en divina proporción
El Polvorín de la Ciudadela acoge hasta el próximo día 23 de noviembre la
exposición ‘Fragmentaciones 2.0’, en la que el artista navarro presenta la
evolución de su obra en los últimos diez años
El Polvorín de la Ciudadela ha sido
el espacio elegido por Juan Moreno para mostrar al público su exposición
Fragmentaciones 2.0 Zatiketak, que da continuidad a la muestra que
presentara en 2004, también en la misma sala de la Ciudadela, bajo el título de
Fragmentaciones
Las obras del artista navarro se podrán ver hasta el
próximo 23 de noviembre.
Antes de adentrarse en las claves de su evolución creativa y pictórica,
Juan Moreno, en la presentación a los medios de su exposición, que tuvo lugar
el pasado jueves, y en la que estuvo acompañado por el concejal de Cultura del
Ayuntamiento de Pamplona, Fermín Alonso, quiso hacer en especial hincapié en la
explicación de la proporción áurea, clave en toda su obra. “Diez años después
de aquella primera muestra vuelvo ahora a la misma sala de la Ciudadela para
presentar versiones nuevas de aquel trabajo. En estos últimos años he
compaginado el desarrollo de estas obras con otros trabajos pero siempre dentro
de la abstracción geométrica y siempre con un elemento común: el uso de la
proporción áurea”. En definitiva, se trata de un numero irracional que expresa
la relación o proporción entre dos segmentos de una recta. “Se dice que dos
líneas guardan una proporción áurea cuando la relación entre la más corta y la
larga es igual a la que hay entre la larga y la suma de las dos. Cuando esto se
da, esa proporción es el número irracional 1,618... Numéricamente es la
proporción más simple que existe si exceptuamos la mitad”. Esta proporción se
encuentra en todos los ámbitos de la naturaleza, en las cristalizaciones de los
minerales, en las ramas de los vegetales, en animales como la caracola o en la
proporcionalidad humana de los dedos, la mano y el antebrazo. “Desde que
Euclides la enunció, se ha venido utilizado en todas las artes, hasta el punto
de que hoy en día su uso está extendidísimo en muchísimos objetos de uso
cotidiano como los paquetes de tabaco o las tarjetas de crédito”, resaltó Juan
Moreno.
El punto de partida Esta proporción áurea es la base, el punto de partida,
del trabajo artístico de Juan Moreno. “Cuando esta fragmentación se aplica
sucesivas veces sobre los segmentos cada vez más pequeños, como sucede en mis
obras, y estos segmentos se ordenan de menor a mayor, cada uno de ellos es el
anterior multiplicado por 1,618, pero también equivale a la suma de los dos
anteriores, dando lugar a lo que se conoce como una serie de Fibonacci, que se
repite mucho en la naturaleza. De todo esto se pueden deducir las razones que
me llevan a utilizar esta proporción en mi trabajo. La primera y fundamental es
que está en nosotros y en lo que nos rodean; es decir, estamos íntimamente
ligados a esta proporción. Por otra parte, al relacionar las partes de manera
muy simple y directa a mí me da muchísimo juego para, valga la redundancia,
crear juegos espaciales. Y, por último, el uso de la proporción áurea crea un
vínculo de mi trabajo con la historia del arte”.
Con esta proporción como arma principal, Moreno creó su primera Fragmentaciones
“dividiendo un cuadro hasta ocho veces en cada dimensión, horizontal y
vertical”. La evolución de aquella primera exposición es lo que ahora podrá ver
el público y que el artista divide en tres grupos. “Uno es una pieza mural,
modular. Luego está la versión oblicua y el resto es otra versión octogonal.
Las piezas de este último grupo encajan formalmente dentro del patrón que
propuse hace diez años”. Pero la evolución que primero salta a la vista en las
obras que ahora presenta Moreno es el uso del color, ya que las realizadas hace
diez años se plasmaban solo en blancos y negros. “A mí lo que más me interesa
es la forma, hasta el punto de preguntarme si el color puede llegar a molestar
para poder hacer esa lectura más formal. Pero el color sí que me interesa porque
creo que es un puente entre el taller y mi vida, de forma que puedo ir a buscar
colores a la calle para luego usarlos en el taller”.
Respecto a la versión modular, Moreno explicó que “sigo utilizando la misma
proporción pero la idea ya no es fragmentar un cuadrado hacia dentro sin
proyectar hacia fuera. Esto tiene el valor de lo modular, en el sentido de que
permite infinitas combinaciones; el valor del cambio, de la propia vida”.
En cuanto al último grupo, el oblicuo, Moreno apuntó que “ha surgido un
patrón nuevo juntando líneas perpendiculares con oblicuas, de esta forma
desaparece el ángulo recto en el marco del cuadrado para aparecer en el
centro”.
Por otra parte, en cuanto al impulso que le ha llevado a evolucionar desde
las versiones octogonales primigenias hasta las oblicuas, Moreno explica que
“se ha dado por el propio uso del patrón inicial, marcado por las ocho
horizontales y ocho verticales, y, por otra parte, me he dado cuenta de que hay
obras que están sugeridas en obras de hace años y que ahora he desarrollado”.
Diferentes lecturas Todas las obras se presentan en las paredes del
Polvorín sin título y sin referencia alguna, por lo que visitante puede
enfrentarse a ellas tras haber leído el catálogo, informándose del particular
modo de trabajo del artista, o simplemente dejándose llevar por las
sensaciones. “Entiendo que hay muchas lecturas posibles. Habrá quien detrás de
las obras pueda ver lo explicado sobre la proporción áurea, haciendo con ello
una lectura; y el que no tenga ese conocimiento hará otra distinta. Dicho esto,
yo me apoyo en toda esta estructura matemática para delimitar mis reglas del
juego pero, para mí, es fundamental el duende, que cada obra funcione; y eso,
se da o no se da, lo vemos o no lo vemos. En definitiva, hay muchas lecturas
posibles y todas son buenas”.
Arte y juego Además de la exposición propiamente dicha, el autor también
propone al espectador que participe en un particular juego que vinculado
a la muestra, con un catálogo que incluye diferentes piezas que se pueden
combinar. Moreno invita a los asistentes a jugar con ellas, generar formas y
composiciones y enviarle las fotos para publicarlas en la web fragmentaciones.net.
“Este juego también lo he compartido con alguna maestra pero, de
momento, es toda un incógnita el desarrollo que va a tener”. Al hilo del
concepto de juego, Nieves Beloki apunta en el catálogo de la muestra que “si
nos atrevemos a jugar, las dicotomías que aparentemente expone Juan Moreno en Fragmentaciones
2.0 se nos presentará como las dos caras de una realidad integradora y
dinámica” en la que “queda espacio para la convivencia”. Beloki recuerda
también que el artista navarro “dedica su proyecto a los que sufren en el
mundo; a todos los seres”.
el artista
Biografía. Juan Moreno Espinosa (Pamplona, 1974) estudió artes plásticas en
diferentes talleres de Pamplona, teniendo como maestros a artistas como Javier
Satrústegui, Isabel Cabanillas o Félix Ortega, entre otros. A lo largo de su
trayectoria ha compaginado exposiciones individuales con la participación en
muestras colectivas. Sus obras en la cuarta edición del Barrio de los
artistas, en el Museo de Navarra o en el aniversario de la Fundación
Buldáin. Obras suyas forman parte de las colecciones del Ayuntamiento de
Pamplona y del Museo de Navarra.
(Diario de Navarra).
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