jueves, 23 de octubre de 2014

Fragmentaciones 2.0 (Por Juan Moreno)


Juan Moreno abstracción y color en divina proporción

El Polvorín de la Ciudadela acoge hasta el próximo día 23 de noviembre la exposición ‘Fragmentaciones 2.0’, en la que el artista navarro presenta la evolución de su obra en los últimos diez años



El Polvorín de la Ciudadela ha sido el espacio elegido por Juan Moreno para mostrar al público su exposición Fragmentaciones 2.0 Zatiketak, que da continuidad a la muestra que presentara en 2004, también en la misma sala de la Ciudadela, bajo el título de Fragmentaciones
 Las obras del artista navarro se podrán ver hasta el próximo 23 de noviembre.
Antes de adentrarse en las claves de su evolución creativa y pictórica, Juan Moreno, en la presentación a los medios de su exposición, que tuvo lugar el pasado jueves, y en la que estuvo acompañado por el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, Fermín Alonso, quiso hacer en especial hincapié en la explicación de la proporción áurea, clave en toda su obra. “Diez años después de aquella primera muestra vuelvo ahora a la misma sala de la Ciudadela para presentar versiones nuevas de aquel trabajo. En estos últimos años he compaginado el desarrollo de estas obras con otros trabajos pero siempre dentro de la abstracción geométrica y siempre con un elemento común: el uso de la proporción áurea”. En definitiva, se trata de un numero irracional que expresa la relación o proporción entre dos segmentos de una recta. “Se dice que dos líneas guardan una proporción áurea cuando la relación entre la más corta y la larga es igual a la que hay entre la larga y la suma de las dos. Cuando esto se da, esa proporción es el número irracional 1,618... Numéricamente es la proporción más simple que existe si exceptuamos la mitad”. Esta proporción se encuentra en todos los ámbitos de la naturaleza, en las cristalizaciones de los minerales, en las ramas de los vegetales, en animales como la caracola o en la proporcionalidad humana de los dedos, la mano y el antebrazo. “Desde que Euclides la enunció, se ha venido utilizado en todas las artes, hasta el punto de que hoy en día su uso está extendidísimo en muchísimos objetos de uso cotidiano como los paquetes de tabaco o las tarjetas de crédito”, resaltó Juan Moreno.
El punto de partida Esta proporción áurea es la base, el punto de partida, del trabajo artístico de Juan Moreno. “Cuando esta fragmentación se aplica sucesivas veces sobre los segmentos cada vez más pequeños, como sucede en mis obras, y estos segmentos se ordenan de menor a mayor, cada uno de ellos es el anterior multiplicado por 1,618, pero también equivale a la suma de los dos anteriores, dando lugar a lo que se conoce como una serie de Fibonacci, que se repite mucho en la naturaleza. De todo esto se pueden deducir las razones que me llevan a utilizar esta proporción en mi trabajo. La primera y fundamental es que está en nosotros y en lo que nos rodean; es decir, estamos íntimamente ligados a esta proporción. Por otra parte, al relacionar las partes de manera muy simple y directa a mí me da muchísimo juego para, valga la redundancia, crear juegos espaciales. Y, por último, el uso de la proporción áurea crea un vínculo de mi trabajo con la historia del arte”.
Con esta proporción como arma principal, Moreno creó su primera Fragmentaciones “dividiendo un cuadro hasta ocho veces en cada dimensión, horizontal y vertical”. La evolución de aquella primera exposición es lo que ahora podrá ver el público y que el artista divide en tres grupos. “Uno es una pieza mural, modular. Luego está la versión oblicua y el resto es otra versión octogonal. Las piezas de este último grupo encajan formalmente dentro del patrón que propuse hace diez años”. Pero la evolución que primero salta a la vista en las obras que ahora presenta Moreno es el uso del color, ya que las realizadas hace diez años se plasmaban solo en blancos y negros. “A mí lo que más me interesa es la forma, hasta el punto de preguntarme si el color puede llegar a molestar para poder hacer esa lectura más formal. Pero el color sí que me interesa porque creo que es un puente entre el taller y mi vida, de forma que puedo ir a buscar colores a la calle para luego usarlos en el taller”.
Respecto a la versión modular, Moreno explicó que “sigo utilizando la misma proporción pero la idea ya no es fragmentar un cuadrado hacia dentro sin proyectar hacia fuera. Esto tiene el valor de lo modular, en el sentido de que permite infinitas combinaciones; el valor del cambio, de la propia vida”.
En cuanto al último grupo, el oblicuo, Moreno apuntó que “ha surgido un patrón nuevo juntando líneas perpendiculares con oblicuas, de esta forma desaparece el ángulo recto en el marco del cuadrado para aparecer en el centro”.
Por otra parte, en cuanto al impulso que le ha llevado a evolucionar desde las versiones octogonales primigenias hasta las oblicuas, Moreno explica que “se ha dado por el propio uso del patrón inicial, marcado por las ocho horizontales y ocho verticales, y, por otra parte, me he dado cuenta de que hay obras que están sugeridas en obras de hace años y que ahora he desarrollado”.
Diferentes lecturas Todas las obras se presentan en las paredes del Polvorín sin título y sin referencia alguna, por lo que visitante puede enfrentarse a ellas tras haber leído el catálogo, informándose del particular modo de trabajo del artista, o simplemente dejándose llevar por las sensaciones. “Entiendo que hay muchas lecturas posibles. Habrá quien detrás de las obras pueda ver lo explicado sobre la proporción áurea, haciendo con ello una lectura; y el que no tenga ese conocimiento hará otra distinta. Dicho esto, yo me apoyo en toda esta estructura matemática para delimitar mis reglas del juego pero, para mí, es fundamental el duende, que cada obra funcione; y eso, se da o no se da, lo vemos o no lo vemos. En definitiva, hay muchas lecturas posibles y todas son buenas”.
Arte y juego Además de la exposición propiamente dicha, el autor también propone al espectador que participe en un particular juego que vinculado a la muestra, con un catálogo que incluye diferentes piezas que se pueden combinar. Moreno invita a los asistentes a jugar con ellas, generar formas y composiciones y enviarle las fotos para publicarlas en la web fragmentaciones.net. “Este juego también lo he compartido con alguna maestra pero, de momento, es toda un incógnita el desarrollo que va a tener”. Al hilo del concepto de juego, Nieves Beloki apunta en el catálogo de la muestra que “si nos atrevemos a jugar, las dicotomías que aparentemente expone Juan Moreno en Fragmentaciones 2.0 se nos presentará como las dos caras de una realidad integradora y dinámica” en la que “queda espacio para la convivencia”. Beloki recuerda también que el artista navarro “dedica su proyecto a los que sufren en el mundo; a todos los seres”.
el artista
Biografía. Juan Moreno Espinosa (Pamplona, 1974) estudió artes plásticas en diferentes talleres de Pamplona, teniendo como maestros a artistas como Javier Satrústegui, Isabel Cabanillas o Félix Ortega, entre otros. A lo largo de su trayectoria ha compaginado exposiciones individuales con la participación en muestras colectivas. Sus obras en la cuarta edición del Barrio de los artistas, en el Museo de Navarra o en el aniversario de la Fundación Buldáin. Obras suyas forman parte de las colecciones del Ayuntamiento de Pamplona y del Museo de Navarra.

(Diario de Navarra).














Muchas gracias Juan por la invitación y felicidades por el gran trabajo.

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